El sentido de la evolución

Imagina el momento en el que algo prendió en el vientre de tu madre , como fue creciendo guiado por el sentido de evolución de la especie y ciertos cuidados, hasta completarse y estar preparado para el siguiente paso.

Salir y explorar nuevos territorios: soy vulnerable, pequeño y necesito de los demás; de nuevo mi cuerpo y todo mi organismo se hace cargo de que esta experiencia se vaya abriendo paso hacia la consolidación de los siguientes aprendizajes que están por venir, que me permitirán, tener éxito en las futuras etapas.

Todo esto ocurre sin que tu mente participe, al menos directamente, guiado por el sentido evolutivo de la especie.

Voy madurando, adquiriendo poder sobre mí mismo, que me permite una mayor interrelación, contacto y autonomía, lo que también favorece y expande este mi proceso evolutivo de experiencias  » que van a más».

Nuestro cuerpo y todos sus sistemas adquieren cada vez nuevas capacidades y sutilezas. Aparecen nuevos elementos de transformación; nuestra mente y sus posibilidades van ampliando cada vez más nuestros registros y adquirimos una toma de conciencia que nos sigue  impulsando hacia la maravilla de la evolución en constante movimiento.

Todo esto ocurre sin que podamos hacer nada por evitarlo; nos resistimos, ponemos obstáculos, vivimos movimientos de atracción y repulsión… y todo esto también forma parte de este sentido evolutivo que nos lleva, acompaña, contraría y vapulea, cuida y orienta  ¿hacia una evolución cada vez mayor?

Llegados a este puntoy habiendo llegado hasta aquí en nuestras vidas, podemos pararnos y preguntar:

¿En que momento evolutivo me encuentro?

¿Cual es el siguiente paso que necesito dar?

¿Como, donde, con que, con quien se pone tu alma contenta?

Esta alma vieja, rota, experimentada, necesitada de ir al encuentro de ese espiritu renovador, vital, nuevo..

La  naturaleza de la evolución empuja hacia delante, aunque a veces no lo parezca.

«Sentimos que hay una especie de espíritu que ama los pájaros, animales y a las hormigas….

Quizás el mismo que te dio un brillo en el útero de tu madre

¿Sería lógico que anduvieras ahora totalmente huérfano?

La verdad que tu mismo te alejaste y decidiste penetrar tu solo en la oscuridad.»

 «The Kabir book»

Publicado en Blog.

Psicopedagoga y Terapeuta sistémica
Miembro Titular de la AEBH, Formada en Hellinger ciencia, Pedagogía Sistémica CUDEC, Gestalt, Diafreoterapia y en Constelaciones Familiares y Trauma.

Inscrita en la Fundación Tripartita, colaborando con Cooperativas y Asociaciones
Terapia y Formación

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *