Cuando el principal especialista mundial en terapia de trauma, Dr. Bessel Van der Kolk, vino a dar cursos a la Universidad de Salamanca a principios de los 80, sus colegas psiquiatras le dijeron: “¿Y tú qué haces aquí, si en España no tenemos trauma?”.
Métodos testados y con buenos resultados en la cura del trauma
Ayer, durante ocho horas, nos dio una clase magistral en la que no sólo nos mostró los sorprendentes resultados de sus investigaciones a lo largo de décadas: un alud de evidencias científicas publicadas en las principales revistas de medicina, sino que reivindicó sin complejos la utilidad y los magníficos resultados terapéuticos de la Gestalt, el neurofeedback, el yoga, el tapping, la meditación, el teatro, las terapias sistémicas o el EMDR (Eye Movement Desensibilization and Reprocessing) en el tratamiento del trauma (y también los grandes efectos del MDMA, claro).
En este sentido, nos contó una anécdota significativa: hace años participó en un estudio que preguntaba a los supervivientes del 11-S qué les había ayudado más a superar el trauma. ¿Terapia Cognitivo-Conductual? ¿Psicoanálisis?… ¡No! Los supervivientes declararon que lo que más les ayudó fue (en este orden):
- La acupuntura
- Los masajes
- El yoga
- El EMDR
La mente del paciente traumatizado
Van der Kolk nos enseñó cómo funciona la mente del paciente traumatizado: nos mostró un claro mapa anatómico del trauma (el papel de la amígdala, el córtex ventral prefrontal, el nervio vago…), y sobre todo nos describió cómo el traumatizado vive en una realidad paralela en la que no importa tanto lo que pasó sino el empequeñecimiento del mundo que habita, la inmovilización, la sensación de ser “malo”, inadecuado, un peligro para otros… en fin, cómo el trauma no se vive como una historia recordada, sino como un cúmulo desorganizado de síntomas de salud, emociones dolorosas e imágenes a menudo inconexas.
También nos mostró detalladas filmaciones de sus propias terapias, multitud de gráficos con investigaciones en las que se evidencia cómo el EMDR (por ejemplo) supera con creces la eficacia del Prozac (que a su vez es similar a la del placebo) en el tratamiento del estrés postraumático. Nos dio consejos de una extraordinaria sabiduría para el tratamiento terapéutico que me dejaron clarísima la génesis del trauma, su operativa, su pervivencia y su superación. Con estudios, pruebas, resonancias magnéticas, gráficos y resultados, nos demostró que el yoga es más eficaz contra el estrés postraumático que cualquier tipo de medicación psiquiátrica. Nos habló de casos brutales que evidencian que vivimos en una sociedad traumatogénica. Nos demostró que la Terapia Cognitivo-Conductual NO FUNCIONA para tratar el trauma. Y nos dio, en fin, una gran lección de humanidad y ciencia que le agradezco profundamente (y también al Institut Gestalt de Barcelona, que le invitó).
Ni que decir tiene que Van der Kolk también nos abroncó (había unos 300 asistentes, la mayoría psicoterapeutas) por no investigar y ser más precisos en la aportación de evidencias de lo que funciona en terapia. Por no hacer los deberes. Por no callar la boca con estudios (éstas son palabras mías) a los trolls antitodo que pululan por el Gobierno, los partidos, los colegios profesionales y, cómo no, la industria de la pastillita, llamando “psedoterapia” a todo lo que no les cuadra, les roba clientes o les suena a chino.
Por último, Van der Kolk reivindicó la meditación profunda como una manera eficaz de calmar la amígdala, es decir, la constante sensación de peligro que provoca el estrés del trauma. ¡Y también tiene estudios que lo demuestran!
Fundador y director médico del Trauma Center de Brookline, Massachusetts, el Dr. Bessel Van der Kolk ha sido profesor de psiquiatría en la Universidad de Harvard y todavía ejerce de profesor de psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston. Ha sido codirector de la Red Nacional de Tratamiento de Trauma Complejo de EE.UU. y es autor, entre otros, del libro “El cuerpo lleva la cuenta”.)
Texto: David Barba
